viernes, 14 de septiembre de 2012

Hay que aprender a resistir, ni a irse, ni a quedarse.

Viernes. Hace media hora atrás, de la heladera saque una caja que contenía ravioles. Comprados. ¿Su tamaño? no tan chicos!!!-la cebolla de verdeo me saludaba desde el cajón último de la heladera... ...también la crema de leche y el poco atum que dos días atrás había guardado en un tupper de tapa celeste, paso siguiente, fue poner agua a hervir, de fondo Bob Dylan con una mezcla de katherine Jenkins y Nina Simone más, Madredeus, todos compilados en una sola carpeta, para acompañar mi día lleno de clases de arte a alumnos de variadas edades. Mientras corto la cebolla de verdeo o mejor dicho siempre que corto una cebolla de verdeo o algún ají o cebolla, la vida parece transcurrir en esos minutos, horas, sucesos de la vida que se aparecen como fotos... ...parece inexplicable, tratar de explicarlo en la sencilla palabra de: recuerdos, pero cocinar me ayuda a conocerme, como lo hago cuando pinto, solo que seré más que sincera, cocino menos veces de las que pinto, leo o escribo, no está para nada mal, lo se muy bien, me deja dormir tranquila, siento que todo es alimento para mi, y hablo también del alma, esa de las cuales muchos se olvidan! aunque me gusta mucho comer, no suelo quejarme cuando un libro me atrapa y no nos queremos soltar!!!. Todo se cocino, a fuego moderado, los ravioles de verdura con un cuarto de cebolla metidos entre todos en la olla ayudando a dar algún que otro toque de sabor, la cebolla de verdeo, con la crema y el poco de atum que me había sobrado, para ser de rica cena ahora mismo, hace instantes, tiempo pasado, antes de comenzar a escribir en el teclado, éstas palabras que quería escupir... que se yo, ni idea de cuanto viviré, de donde se encuentra mi destino, disfruto de éste momento, junto a mis ravioles que pasaron de estar muy aburridos en la heladera a mi estómago ¿y después? que se sabe del después, ¿ellos se sintieron morir? ¿quien lo podrá saber? ¿la cebolla de verdeo que corte y corte y corte???, ¿será que se sienten felices en una verdulería al lado de sus colegas? ¿cual será el lugar donde más quisieran estar? es que si pasan mucho tiempo ahí, se mueren de otra forma: pudriéndose, todo porque ¿no son elegidos? ¿ellos tambien resisten? la cebolla de verdeo, las papas, las batatas, el apio, las frutas, deben resistir en cualquier sitio! hasta inclusive, en ese instante donde ese cuchillo que las mata y las empuja a una olla con un poco de aceite caliente las espera para esa vendita muerte que quizás y seguramente no sabían. Cocinando, hoy pensé: hay que aprender a resistir, ni a irse, ni a quedarse., ¡Salvo!...  ...que te dejes comprar o llevar, como las verduritas!!!

M.B.Zeravla.
Sep.2012.

1 comentario:

  1. Aprender a resistir!!!! cuanta verdad!!! si nos vamos pareciera que escapamos y si nos quedamos que nos resignamos.
    Si resistimos puede que cuando acabe la fuerza que nos empuja, podamos salir caminando tranquilos cantando alguna canción, sin culpa, sin arrepentimientos...

    ResponderEliminar